A muchos colombianos los malos gobiernos nos han hecho cuestionar la esperanza de vivir en un país sin guerra. Como las élites son violentas con el pueblo, no se someten a la justicia, son ladronas y corruptas, llevamos más de 200 años de vida republicana en medio del conflicto armado del que los poderosos son responsables. Sin embargo, esta generación y las que vienen pueden narrar que este bello y amado país le apostó a salir de la miseria de la guerra. No es para nada despreciable que la guerrilla de las FARC deje las armas y participe en la política sin ellas. Ese es un mensaje para el mundo que llora con las acciones terroristas del estado, con el racismo y la persecución a los migrantes y que hoy veamos con esperanza que esta pequeña esquina sobre la tierra avance en dejarnos de matarnos entre hermanos y hable seriamente de reconciliación ,
Por su parte, este país, sus jóvenes y hasta los medios de comunicación son sensibles y saben que no está bien que existan paramilitares o que se asesinan líderes y lideresas sociales de los pueblos indígenas, negros y comunidades campesinas. También, que hay que respetar la vida de los sindicalistas y de los profesores, y la vida de las mujeres ante la violencia machista y patriarcal. Esta generación de colombianos que esta formando y luchando por formas de ver y vivir el mundo, hoy día respeta cada vez más que se puede ser de la comunidad LGTBI o que se puede amar al campesino y sentirse orgulloso de nuestra herencia e identidad.
Como jóvenes en movimiento cada vez menos nos interesa la política de los partidos políticos o de sus corruptos y formas clientelares y de amiguismo en lo que ha reducido el ejercicio de la política. Bello y maravilloso momento vivimos para soñarnos este país como un territorio para la vida. El fin del conflicto armado no quiere decir la construcción de la paz, pero sí es cierto que si logramos que la guerra del mar sea un cuento viejo pues con más 'juercita' podremos dedicarnos a la defensa del agua en contra de la gran minería, al cuidado de la tierra, caminar la Colombia profunda, conocer e incentivar nuestras artes y oficios, hacer turismo comunitario para explorar la alta biodiversidad. Nos podremos dedicar como jóvenes a no echar bala, sino a cuidar nuestros abuelos y abuelas y los sabedores y campesinos indígenas y negros, Como una oportunidad para hablar entre generaciones y construir una nueva Colombia. En la guerra podremos hacer mucho más eso es seguro. El poder hacer juntos más allá de los malos gobiernos y del Estado de papel institucional que llaman Colombia y que por tener ese nombre en homenaje a Colón a veces ve más pa 'fuera que pa' dentro.
Hemos elegido este conflicto "CONFLICTO ARMADO DE COLOMBIA" porque aunque inicio hace muchos años, aun nos afecta el nivel nacional, social, familiar y emocional; por sus influencias a permitido la proliferación de otros grupos que a su vez ocasionan infinidad de conflictos, también porque no debemos ser indiferentes ante las personas que han sufrido en carne propia las consecuencias de la violencia armada; todos nuestros soldados héroes de la patria arriesgan su vida cada día por nuestra nación, algunos han fallecido, otros han perdido extremidades e inclusive se han afectado psicologicamente; lo peor de todo es que son héroes invisibles porque la mayoría de la gente no valora su trabajo.